Pinceladas Históricas

Foto nº 1 En la década de los 80 se rellena de escombros y tierras traídas de otros lugares, la entrada oeste del túnel de “Minas de Cala” que cruza la barriada Ntra. Sra. de Loreto (Monumento) colmatándose este relleno hasta el nivel del suelo de la barriada, que como sabemos es un cerro, rellenando también parte de la ladera anexa al túnel. En los laterales de la entrada al túnel se podían contemplar restos de construcciones de época romana.

Foto nº 2 Este cerro, perteneciente al aljarafe sevillano, balcón del valle del Guadalquivir en su vertiente este, estuvo dividido en dos cerros separados por una vaguada, esta se termina de colmatar con la construcción de la barriada en los años 40, estuvo a la altura de lo que hoy se conoce como “tierra amarilla”, siendo en la actualidad una zona de recreo y dividiendo la barriada en dos: norte y sur. El primer pueblo del que se tiene constancia arqueológica, que ocupa de una manera estable el cerro norte, es el pueblo Turdetano, pueblo ibero descendiente del mítico Tarteso, enclavado en el valle del Guadalquivir desde el Algarbe en Portugal hasta las estribaciones de Sierra Morena.

Foto nº 3 Aunque seguramente este cerro haya estado ocupado desde finales del Neolítico o principios del Calcolítico, como ocurre con otros del Aljarafe, puede ser que fueran asentamientos estacionales pero hasta el momento son conjeturas. A la época Turdetana le sigue la Romana, en la que se consolida el Opidum Turdetano con murallas más sólidas, utilizando sillares para su construcción.

Foto nº 4 La proximidad del cerro al río, a Híspalis y a la zona del Aljarafe, (donde proliferaba el cultivo de la vid y el olivo, este último introducido por los fenicios) lo convertía en un enclave estratégico, militarmente y comercialmente. Por su puerto, seguramente, salieron los famosos mostos del aljarafe y nuestros afamados aceites hacia las ciudades más importantes del imperio romano.

Es a partir del s. I d. C., cuando urbanisticamente Oset se consolida como ciudad de cierta importancia, gracias a su mercadería, a sus vistas y su clima se asientan ciudadanos de relieve, construyéndose casas al estilo romano, (Domus) teniendo una zona de factorías a extramuros relacionadas con la fabricación del vino y de ánforas para su transporte. A la misma vez, se importarían otros objetos de uso cotidiano y de lujo (perfumes, objetos femeninos, cerámicas, alimentos etc.) de otras ciudades del imperio, para su venta por toda la comarca, todo estos materiales se canalizarían a través de su puerto. Las ánforas variaban sus formas dependiendo de su contenido, ya fueran para vino, aceite etc., son recipientes de transporte y estaba normalizada su forma y volumen para todo el imperio, con algunas variantes locales, teniendo la mayoría su origen de forma en las italogriegas. Tal vez,  se fabricaron en estos hornos ánforas para contener salazones de las factorías de nuestra costa, donde iban a parar estos recipientes, transportados en barcos que atracaban en nuestro puerto, que se cree estaba situado al pié del cerro, para que una vez llenados del famoso salazón en estas factorías, se repartieran por todo el imperio.

Foto nº 5 Con motivo de la Expo 92 que se celebró en Sevilla, se dota de nuevas infraestructuras de acceso a la ciudad, una de estas obras es la nueva vía que une Mairena del Aljarafe y la capital. Esta nueva vía, en parte de su trazado se ciñe al cerro, al norte en la ladera oeste, para luego enlazar con la ya existente autovía de Coria.

Foto nº 6 Para la construcción de esta nueva vía se retiran parte de los escombros mencionados anexos a la entrada del túnel y se desmontan gran parte de la ladera original, que estuvo aterrazada en la antigüedad, para ceñir lo más posible la nueva vía al cerro.

Foto nº 7 Es en esta obra donde, con el trabajo intenso de las máquinas, enseguida se hacen aflorar de nuevo vestigios del pasado, vestigios que resurgieron de su cautividad, pero no sabían que sus libertadores iban a ser a la misma vez sus verdugos, pues estas máquinas con esas palas gigantescas, acabaron destrozándolos, llevándolos de nuevo al olvido y borrando toda huella de su existencia.

Foto nº 8 Aun así, nos permitieron localizar y fotografiar para la posteridad algunos de estos restos arqueológicos. Aunque se avisó a la Consejería de Cultura, departamento de arqueología de la Junta de Andalucía, nadie acudió, había prioridad por terminar la vía, pues la inauguración de la Expo 92 estaba ya cerca.

Foto nº 9 Aunque no sean fotos de muy buena calidad, son lo suficiente para constatar que en esta ladera oeste del antiguo Oppida Turdetano (cerro norte de la barriada), llamado OSET en época romana, que acuñó moneda y mencionado en el siglo I de nuestra era por Plinio “El viejo” en su obra “Historia Natural”, (libro III, 11) apellidándola “Julia Constancia” y situándola en el margen derecho del Betis, frente a Híspalis.

Foto nº 10 ...estuvo situada la necrópolis por el número de enterramientos, tanto incineraciones como inhumaciones que se vieron, al igual que algunos hornos cerámicos, probablemente dedicados a la cocción de ánforas, y aljibes vinculados, tal vez, a estos alfares.

Foto nº 11 En esta foto se puede apreciar el relleno de los 80, parte superior, y debajo el estado anterior, tierra más oscura.

Foto nº 12 En las incineraciones, entre las cenizas de algunos difuntos, aunque todo removido por las máquinas, se pudo constatar gran cantidad de huesos de aceitunas ya calcinados, posiblemente utilizados para su cremación.

Foto nº 13 Estas incineraciones eran de fosas simples excavadas directamente en el suelo en cuyo interior se depositaban las cenizas y restos del difunto después de su cremación en una pira. De este tipo de enterramientos no se hicieron ninguna foto y su situación era la que ocupa la actual carretera.

Foto nº 14 Sí se fotografió algunas inhumaciones en Tégulas a dos aguas, como esta que vemos. Las necrópolis se situaban fuera de los límites de la ciudad a ambos lados de la calzada y con frecuencia eran zonas ajardinadas.

Foto nº 15 “Se entiende por inhumar enterrar un cadáver, aunque desde comienzo del Imperio Romano el rito de la inhumación convive con el de la incineración, no va a ser hasta mediados del siglo II d. C. sobre todo a partir del siglo III cuando se generalice y se imponga la inhumación como ceremonia funeraria...

Foto nº 16 ...este cambio es consecuencia de un concepto diferente del origen del hombre que se produce en Roma y por extensión, al resto del imperio, la inhumación devuelve el cuerpo a la tierra de donde nació” (Columbario de Mérida)

Foto nº 17 No muy lejos de la necrópolis, en la misma ladera, vemos los restos de un horno de época romana, a la altura donde hoy esta el muro de contención, al pie de la carretera. La materia prima de estos alfares, la arcilla, se extraía del mismo cerro. En esta foto vemos el resto de la cámara de combustión de un horno de planta circular con pilar central (el pilar central ya había sido destruido por la máquina cuando se hizo la foto). Seguramente este horno haya estado dedicado a la cocción de ánforas.

Foto nº 18 “...hay precedentes indígenas en el tipo circular con pilar central, ya en uso en Itálica en el siglo II a. C., en la fabricación de cerámica indígena” (Guía de la cerámica romana, M. Beltrán Lloris)

Foto nº 19 “...el tipo de planta circular y pilar central con arcos radiales está muy extendido en la Bética, sobre todo en las ánforas de salazones de los siglos I – II  de la Era.”(Guía de la cerámica romana, M. Beltrán Lloris). Aunque no quita que también hubiera una producción de otro tipo de cerámica de tradición indígena, (turdetana) como los restos de las que se ven por esta zona, con decoración a bandas de color marrón o color vino tinto, hecha probablemente en estos hornos.

Foto nº 20 Seguramente elaboradas en el  horno anterior, apiladas en posición vertical, vemos un número de ánforas sesgadas por la mitad por obra de la máquina excavadora, por la forma de sus regatones (parte inferior) podría tratarse de ánforas vinarias, quizás preparadas para contener los buenos mostos de la zona.

Foto nº 21 A pocos metros del horno anterior, algo más arriba en la ladera, vemos los restos de otro horno, de la misma tipología que el anterior en el que se aprecia el pilar central y la tierra calcinada al lado de la cámara de combustión. También vemos restos cerámicos de pasta clara.

Foto nº 22 Estos restos de ánforas que vemos son de salazón, probablemente hechas en los hornos que anteriormente vimos.

Foto nº 23 Los mismos restos de ánforas de salazón desde otra posición.

Foto nº 24 En el año 2002 al hacer el parking subterráneo del edificio que se encuentra situado frente al ayuntamiento, al otro lado de la plaza, a unos tres metros de profundidad, se hallaron un depósito de ánforas de salazón, de la misma tipología que la del dibujo, puestas en posición horizontal y colocadas unas encimas de otras por hileras y calzadas unas con otras. El suelo donde estaban depositadas era arena de río. Se contaron, groso modo, más de un centenar, la mayoría estaban fracturadas por la presión acumulada a lo largo de los siglos, se rescataron unas cuantas que hoy en día están depositadas en el ayuntamiento ya restauradas.

Foto nº 25 Probablemente este depósito de ánforas, que yo pude comprobar que no habían sido usada,  pues no tenían huella de ningún residuo en su interior, más que la arena acumulada a lo largo de los siglos, se fabricaron en los alfares mencionados. Puede que estuvieran a la espera de ser embarcadas hacia alguna factoría de salazón de la costa, y se vieron sorprendidas por alguna crecida imprevista del río, dejándola sepultadas e inutilizables. Por su proximidad al río, tal vez este lugar haya sido zona portuaria.

Foto nº 25 bis Por la orografía del terreno, no es difícil imaginar que la costa dibujara, de una manera parecida, todavía  a comienzo de época romana, estos rebordes del Aljarafe, como cuando el Valle del Guadalquivir era un brazo de mar y el río desaguaba en éste. Se ven dos  arroyos, (1) en la antigüedad más caudalosos, desaguando. En esta recreación se observa que la barriada es una península. En la parte marcada en rojo, apareció, durante la obra mencionada, en las cotas mas bajas, arena propia de río y con  ella restos de anzuelos de bronce, algunos de gran tamaño. (1) Estos arroyos han perdurado en el tiempo, hasta hace pocos años que desaparecieron: uno al construir unos grandes almacenes y el otro con la nueva vía que une Mairena del Aljarafe con la capital.

Foto nº 26 Esta foto nos muestra un aljibe, también de época romana, probablemente pertenece a una vivienda de extramuros. (Fuera de la muralla) Esta ladera estuvo aterrazada al igual que parte de la ladera este que mira al río y a Sevilla, donde hubo casas romanas, desde donde se contemplaban las bellas vistas del valle.

Foto nº 27 Este aljibe de planta elíptica de 196 centímetros de largo por 87 centímetros de ancho y 175 centímetros de profundidad, tiene el suelo ligeramente inclinado hacia una oquedad, donde se decantaba la “basurilla”, para poder acceder a ella mediante un cazo perforado con pequeños agujeros y poder retirarla.

Foto nº 28 Este agua recibida de la lluvia, era para el consumo humano y llegaba a éste a través de canalizaciones hechas en superficie, tuvo también una cubierta abovedada realizada con ladrillos, rematada con dos orificios redondos con sus tapas, desde donde se accedía al interior. En esta foto se puede observar la oquedad  donde se acumulaba la “basurilla”.

Foto nº 29 En esta foto vemos un grabado de mediado del siglo XIX, con Sevilla al fondo y el antiguo curso del río, donde se puede ver el vapor que hacía la travesía Sevilla - Sanlúcar de Barrameda. Esta vaguada dividía los dos cerros de la barriada, el Norte y el Sur, y era muy transitada, pues era uno de los pasos del aljarafe a Sevilla y a Triana. ( A esta última se podía acceder, como vemos en el grabado, sin cruzar el río) A la derecha del grabado, (Sur de la barriada) se aprecian restos de la muralla almohade y el campanario de la iglesia. Esta vista está tomada desde el lugar conocido actualmente como “Tierra amarilla”. La vaguada se termino de colmatar con la construcción de la barriada en los años 40. Paradoja de la vida, después de más de 50 años (Desde que se construye la barriada) sin paso por ella, aunque ahora sea por el subsuelo y un medio de locomoción distinto, al igual que hicieron nuestros antepasados durante siglos, esta vaguada sigue existiendo, aunque soterrada y construida como túnel por donde transita nuestro recién inaugurado metro.

Foto nº 30 Aquí vemos el conjunto del pequeño museo que podía contemplarse en “Regina Mundi”, citado por Daniel Pineda Novo en su “Historia de San Juan de Aznalfarache”. Estas piezas fueron halladas al hacer la ampliación de la casa en los años 60.

Foto nº 31 Rueda de molino del pequeño museo “Regina Mundi”

Foto nº 32 Proyectil de catapulta (Regina Mundi)

Foto nº 33 Boca con asas de una ánfora de salazón, s. I d. C.(Regina Mundi)

Foto nº 34 Cantimplora, probablemente de época medieval. (Regina Mundi)

Foto nº 35 Ánfora vinaria s. I a. C. al II d. C.(Dressel 1b) en excelente conservación (Regina Mundi)

Foto nº 36 Restos de una columna acanalada de grandes dimensiones, de época romana, en la que todavía se aprecia restos de pintura estucada.(Regina Mundi)

Foto nº 37 Vemos restos de la base de la torre norte, en la ladera que mira a Sevilla, de la muralla romana. Se sabe que la muralla, si no en su totalidad sí en parte, estuvo construida con sillares y que siglos mas tarde se reutilizaron en la construcción de la catedral de Sevilla.

Foto nº 38 Detalle del grabado anónimo “Vista de San Juan”, del siglo XVII, en el que se aprecia el curso antiguo del río, y en su orilla izquierda las “Torres faros”, que marcaban a los navegantes el cauce del río para que no encallaran en las avenidas los días de inundación. Vemos también la torre romana a la que hacíamos referencia y las murallas Almohades mandadas a construir por el califa Abu Yaqub Yusuf  al-Mansur en 1196.

Foto nº 39 En este grabado del siglo XVI se puede observar los restos de una construcción de gran altura que emerge en el centro del recinto amurallado; puede ser de época Taifa, perteneciente a la época del rey poeta al-Mutamid rey de la Taifa de Sevilla. En el año 2000 con motivo de las obras de saneamiento del barrio, obras realizadas por la empresa “Martín Casillas” subcontrata de EMASESA, al hacer el rebaje de la plaza Mª Auxiliadora para su asfaltado, se pudo contemplar la cimentación de estas Torres Palacio, por cierto éstas de gran anchura, de cuyo seguimiento arqueológico estuvo encargado el arqueólogo D. Gilberto Rodríguez.

Foto nº 40 En el Alto Imperio la muralla de OSET estuvo hecha con sillares como estos...

Foto nº 41 ... llegando a tener “Tal vez” una solidez como estas de Mérida...  

Foto nº 42 ...y en su interior mosaicos tan espléndidos, como por ejemplo este de Mérida, donde se nos muestra la faena de la “Pisa de uvas”, tantas veces realizadas en las factorías de extramuros, tal vez.

 Este apartado ha sido subido a Internet  17-02-09. Actualización

Fuente: J.A. Antúnez

Fotos: J.A. Antúnez, Antonio Aguilar

 

 

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